EL MUDEJAR CUELLARANO

La villa de Cuéllar se define por tener un conjunto medieval en el destaca su arquitectura mudéjar civil y religiosa que se conserva desde los siglo XII y XIII y que aún en la actualidad estos monumentos se siguen utilizando para fines religiosos, culturales o privados, y sus murallas con importantes restos mudéjares son un importante recurso turístico.

El estilo mudéjar fue elaborado por los mudéjares, estos eran los musulmanes que estaban en territorio cristiano, como eran muy buenos constructores, se les encarga la elaboracion de estas obras, con materiales más baratos como son el ladrillo y el yeso.

El Castillo

Comenzando por la puerta sureste del castillo, que conserva importantes restos mudéjares, iniciamos el recorrido por el mudéjar cuellarano. Esta puerta, torre sureste o “Torreón de La Memoria” conecta directamente con el parque de la Huerta del Duque. Se trata de una compleja puerta que estuvo enmarcada con dos torreones que conserva escaleras pasadizos, ventanas y rastrillos de esta arquitectura mudéjar, y con la llegada de la casa de Alburquerque a Cuéllar se reforzó con grandes sillares de piedra caliza.

Iglesia de San Martín

Templo declarado Bien de Interés Cultural, que además de tener uno de los triples ábsides mudéjares más interesantes de Castilla y León, se ha convertido en el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar donde se puede disfrutar de una visita especial donde nos transporta al siglo XII para ver como se construían las iglesias y como eran sus gentes, su vida diaria y la convivencia entre culturas.

La planta de la iglesia tiene tres ábsides con sus correspondientes naves. La nave central es más ancha y alta y se encuentra separada de las naves laterales por pilares de ladrillos y amplio mortero de cal. Los tres ábsides se levantan con un zócalo de mampostería y sobre éste los muros se decoran con dos arquerías ciegas de medio punto dobladas y sobre ellos forman casetones rectangulares y frisos de esquinillas en ladrillo rematan los muros junto a la cubierta. El interior de estos ábsides se hicieron con arcos fajones y bóvedas de horno, conservándose parte de la pintura mural mudéjar y yeserías policromadas originales.
La torre es independiente y se sitúa a los pies del templo, junto a la puerta de acceso oeste. Se levantó ya en el siglo XV ocupando parte de lo que sería el atrio mudéjar que rodeaba las naves de la iglesia.
En 1997 se inauguró el Centro de Interpretación del Arte Mudéjar, que intenta mostrar mediante un espectáculo audiovisual la simbología del arte más genuino de Cuéllar, inmerso dentro de las características de la España medieval. En esta iglesia de San Martín se puede apreciar una nueva forma de acceder al conocimiento del arte, la arquitectura, su gente, sus alarifes, su religión…, tratando de realzar el sentido de la iglesia como un espacio en sí mismo, con el deseo de introducir al visitante en el conjunto del arte mudéjar mediante sonidos, luces, música e imagen. Utilizando emoción y razón como método de viaje para llegar por el tiempo hasta los siglos XII y XIII, donde el mudéjar es a la vez un arte, un sistema constructivo y una forma de vida que se desarrolla con las poblaciones cristianas, musulmanas y judías, en ese mundo de convivencia de las tres religiones.
Todo ello supone una manera más factible y efectiva de encontrar y participar en aquellas experiencias que el visitante espera recibir cuando llega a un nuevo destino. Sin tiempo real para participar e integrarse físicamente en una cultura, pero que desde el plano de la creación artística dicho visitante puede introducirse, descifrar y formar parte de ese mundo que es la cultura de cada región, ciudad o municipio en la Edad Media, y que sirve para, una vez conocido, transportarnos al conocimiento de esa realidad.
Se recorre este templo mudéjar guiados por la voz de un personaje de la época y su hija, coincidiendo con la construcción de la iglesia. Pasando por espacios como “la cultura de fronteras”, la emigración y repoblación; los elementos básicos para construcción: agua, arcilla, piedra y madera; para terminar con el uso colectivo del espacio por una comunidad en la que existen al menos tres culturas.

La iglesia de San Martin es hoy en día el Centro de Interpretación de arte Mudéjar, es visitable con reserva previa. Para es necesario informarse contactando previamente en el 621195820. Grupos mínimo 4 personas.

Puerta de San Basilio.

Desde el Centro de Arte Mudéjar nos dirigimos a la puerta de San Basilio. Este conjunto defensivo destaca por su compleja construcción que se asemeja a la arquitectura árabe toledana (arcos enmarcados por alfices, torreones en avanzadilla sobre la puerta, verdugadas de ladrillo..). Esta puerta se levantó con muros de mampostería de cal y canto reforzados en sus paramentos con diferentes acabados, partiendo de un basamento de sillares de piedra caliza que llegan a tener hasta 4 metros de altura, llegando hasta la línea de impostas de los arcos de la puerta, para levantarse el resto de los muros en mampostería ordinaria intercalada con verdugadas de ladrillos de una sola hilada separadas entre 115 y 125 cm y con esquinas en ladrillo.


La organización de este complejo defensivo lo forman dos torres, una rectangular y la otra semicircular, que defienden la puerta en la que aparecen cuatro arcos bajo una bóveda de medio cañón, los dos interiores con dovelas de piedra caliza y los dos exteriores de ladrillos. Por el interior de la puerta se accede al paseo de ronda mediante estrechos pasadizos cerrados con bóveda de cañón, llegando a los dos niveles del adarve.
Entre dos de los arcos exteriores se conserva el hueco del rastrillo que protegía la puerta. Coronando la puerta aparecen dos escudos de los duques de Alburquerque con las armas de los Cueva y los Toledo, y sobre la clave del arco mudéjar el escudo del Concejo de Cuéllar.
La defensa de la puerta se completa con la torre de planta semicircular que, reforzada con dos pequeños torreones a modo de contrafuertes, se encuentra a 16 metros al noroeste de la puerta entre la muralla y la barbacana. Esta torre en su base tiene un pasadizo que lo atraviesa y que servía para recorrer la liza protegido junto a la puerta de San Basilio sin necesidad de salir fuera de las defensas.

Iglesia de San Andrés

Salimos del recinto amurallado en dirección a la carretera de Bahabón y enseguida llegaremos a la iglesia de San Andrés, el templo mudéjar más completo de Cuéllar. La iglesia se decora con ladrillo y su portada principal se levantó sobre otra anterior románica. La puerta es de medio punto con arquivoltas que terminan en columnas, rematada en su parte superior con un friso también de ladrillo.

Las fachadas laterales están recorridas por unas arquerías ciegas de medio punto muy peraltadas, y en un segundo piso por otro friso de arcos ciegos separados por pilares de ladrillos.
Tras varias obras de restauración se han descubierto las pinturas de los ábsides, de motivos geométricos en tonos rojos y negros. El retablo mayor lo preside San Andrés, alrededor del cual se distribuyen pinturas de santos. Por toda la iglesia se pueden contemplar retablos, en su mayoría barrocos, que albergan pinturas y tallas de una interesante factura. Muchas de estas imágenes proceden de otras iglesias, destacando la imagen de la Virgen de la Rochela o el Cristo de San Gil entre otros. Posee una importante colección de imágenes, entre las que destaca un calvario del gótico primitivo.

Puerta de San Andrés

Desde la plaza de San Andrés volvemos a entrar en el conjunto amurallado a través de los restos mudéjares de la puerta de San Andrés que sobre un arco de ladrillo enmarcado con alfiz aparece el escudo del concejo de Cuéllar.

Iglesia de San Esteban

Pasaremos por el barrio de la Judería hasta llegar a la iglesia de San Esteban que destaca su imponente ábside sobre un estratégico espolón. Arcos, casetones y frisos de esquinilla, definen la alternancia del rojo y el blanco de los ladrillos y morteros de este singular arte mudéjar. Consultar horarios de apertura en el tlf. 621 195 820


En el presbiterio se levantan cuatro sepulcros ojivales de alabastro del siglo XV, adornados con arabescos mudéjares policromados. En las paredes han aparecido unas pinturas en tonos desvaídos, que representan figuras de santos. Dentro de los sepulcros se encuentran siete esqueletos momificados entre los que han aparecido libros de oración y bulas de los primeros tiempos de la imprenta, algunos incunables.
Se completa este monumento en su entorno exterior con el parque arqueológico medieval donde tumbas antropomorfas se mezclan con silos, pozos y pilas de antiguas tenerías.

Ábside de Santiago.

Siguiendo la muralla hacia la calle del Carmen llegamos al ábside de Santiago que conserva sus arquerías y casetones mudéjares. Conjunto monumental que como la iglesia de San Esteban se encuentra junto a la muralla del primer recinto y sobre el que desde su torreón se divisa la espléndida vista del “mar de pinares”.

Iglesia de San Miguel

Bajando por la calle de La Morería llegamos a la plaza Mayor, allí se encuentra la iglesia parroquial de San Miguel que se caracteriza por su mezcla de estilos. Conservándose parte de las arquerías de ladrillo de lo que en su día fue su atrio mudéjar.

Torre de Santa Marina

Cerca de la plaza Mayor, en la plaza de Santa Marina, encontramos la única torre de iglesia de Cuéllar que conserva en todo su esplendor la traza mudéjar, (arquerías de ladrillo cegadas enmarcadas en casetones o mampostería con verdugadas de ladrillo).

Iglesia de la Trinidad

Bajando por la calle de Santa Marina encontraremos la iglesia de la Trinidad y los restos de su convento. Esta iglesia de propiedad privada tiene su cabecera y ábside mudéjar, y destaca por su singularidad interior ya que se reformó en el siglo XIX convirtiéndola en vivienda de dos plantas y aún hoy se encuentra su mobiliario y disposición decimonónica

Iglesia de Santa María de la Cuesta

La iglesia de origen románico de Santa María de la Cuesta, conserva restos mudéjares en su atrio oculto y en su esbelta torre.

Iglesia de El Salvador

Es una construcción mudéjar de 1299. En el exterior, el ábside poligonal tiene arquerías ciegas, aunque su visión es muy original debido a los arbotantes que salen de la cabecera, y que fueron colocados para sujetar la posterior bóveda barroca.